¿Decir la verdad es ser racista? Pues la demagogia y el populismo siempre han convivido, se han alimentado y cual circulo vicioso son autodestructivos y destructores.
Podemos decir que la ignorancia y la mala intención es el caldo de cultivo de la intolerancia, la mentira y la difamación. Es el caso de llamar gorila a Hugo Chávez en España. Ya que gorila es la palabra que designa a los dictadores latinoamericanos que sufrieron estos, nuestros países, el siglo pasado.
Otro tema es el de la inmigración y la asimilación de los valores democráticos en España. Europa vive o sufre el choque de culturas, contraculturas o inculturas, no lo sé. La esfera de lo público no puede plegarse a un sistema de creencias particular del que llega de inmigrante.
Un caso es la de Francia donde se denunció la oblación clitórica, que en algunos países es un tipo de liturgia ligada a ciertas creencias musulmanas. Los jueces franceses dejaron bien en claro que no pude ser admitida por más que de liturgia o tradición se trate.
Saber que en todo lo que uno piensa hay un margen de error que hay que ir corrigiendo con los años. Por eso hay que ser tan responsables en lo que uno enseña, ya que no sabemos por donde rodará la idea que uno propone. Por eso uno tiene que ser tan cauto, tiene que acotarla tantísimo, aun sabiendo que esa idea rodara por donde no imagina.
Si no hay posibilidad de autolimitación, no hay posibilidad de crítica o de dialogo, no hay progreso del pensamiento. No hay respeto en la persona, ya que toda persona merece respeto, por más que se discrepe con sus ideas.
EL DESEO DE LA PERDURABILIDAD ETERNA ES LA BASE DE LA CIVILIZACIÓN.
El tema final es el SENTIMENTALISMO. Allá donde nos dejamos llevar por aquello que pensamos que nos afecta, por aquello que es sentimentalismo, lo que estamos haciendo es engañarnos a nosotros mismos y engañar a los demás. El sentimentalismo es una manipulación de los sentimientos, la lagrima siempre al aire.
Quizá el creador del sentimentalismo es Rousseau, “el hombre es bueno por naturaleza” decía y el mismo abandonaba a sus hijos. Los sentimientos hay que educarlos, miremos a Flaubert en la “Educación Sentimental”.
Unamuno, es un maestro en eso, en entender los verdaderos sentimientos. Trágico no se relaciona con llantos o gritos, la tragedia es aquello que no puede ser resuelta. Unamuno, además nos dice, “La religión no puede sentirse, ni comprenderse si no es desde el CRISTIANISMO. Ósea, todo europeo culto de nuestro tiempo es cristiano, quiéralo o no, lo sepa o no lo sepa, entre nosotros se nace cristiano y se respira el cristianismo y no menos los que más abominan de él.
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